La Mujer & La Luna
La mujer al igual que la luna tiene la habilidad de limpiar, de sanar.
A veces la luna en el cielo está cubierta de nubes y repentinamente las nubes se mueven y posteriormente la luna aparece de nuevo muy brillante, resplandeciente.
Lo mismo sucede con la mujer: muchas veces su estres, sus emociones son como estas nubes y luego en cuestión de segundos ella puede limpiarse a si misma y volverse brillante y hermosa de nuevo.
Este mismo proceso ella puede hacerlo con otras personas, ayudar a otros a quitar la confusión y por medio de la belleza e inspiración ayudar a las personas a brillar.
Pero al igual que la luna, la mujer es muy cambiante. Por ejemplo, al observar el cielo la luna aparece en un lugar y con algunas nubes, luego miras de nuevo y ella cambió ya su color y ya no hay nubes, luego vuelves a mirar y ella está gris, luego ella se esconde y ya no puedes verla.
Con la mujer es lo mismo, a veces ella está abierta, brillante y puede crear armonía, otras veces parece que nada sucedió pero ella cambia totalmente de estado, en otro momento parece ser que no la puedes alcanzar ni entender ya que se cerró en su mundo interno.
Todo esto es parte de su esencia y ella debe aprender cómo vivir con ello para en estos procesos de cambios no dañar a las personas a su alrededor.
Si es que tiene pareja, es necesario entender estas leyes y juntos observar las fases, sin indentificación y sin apego a ninguna de ellas.
La cualidad de la mujer es el ser dinámica y realizar auto-regeneración.
Ella no puede ser siempre la misma, la mujer que empieza a ser siempre la misma, se vuelve menos atractiva y menos femenina.
Y en todo este proceso es importante que la mujer sea espiritual para que todos estos cambios sean armónicos y ella sepa manejarlos sin crear sufrimientos innecesarios.
Y si es capaz de manejar sus cambios internos, puede volverse parte del universo fácilmente, como en una danza junto a las estrellas. Cuando la mujer tiene este estado, se hace muy atractiva y el hombre sentirá este poder femenino.
Pero si eso sucede, ella no debe sólo alegrarse y hacer crecer su Ego, sino que debe intentar ayudarlo, sacrificarse a si misma y junto a él usar esta energía para crear algo en conexión a la voluntad de Dios.
A veces la luna en el cielo está cubierta de nubes y repentinamente las nubes se mueven y posteriormente la luna aparece de nuevo muy brillante, resplandeciente.
Lo mismo sucede con la mujer: muchas veces su estres, sus emociones son como estas nubes y luego en cuestión de segundos ella puede limpiarse a si misma y volverse brillante y hermosa de nuevo.
Este mismo proceso ella puede hacerlo con otras personas, ayudar a otros a quitar la confusión y por medio de la belleza e inspiración ayudar a las personas a brillar.
Pero al igual que la luna, la mujer es muy cambiante. Por ejemplo, al observar el cielo la luna aparece en un lugar y con algunas nubes, luego miras de nuevo y ella cambió ya su color y ya no hay nubes, luego vuelves a mirar y ella está gris, luego ella se esconde y ya no puedes verla.
Con la mujer es lo mismo, a veces ella está abierta, brillante y puede crear armonía, otras veces parece que nada sucedió pero ella cambia totalmente de estado, en otro momento parece ser que no la puedes alcanzar ni entender ya que se cerró en su mundo interno.
Todo esto es parte de su esencia y ella debe aprender cómo vivir con ello para en estos procesos de cambios no dañar a las personas a su alrededor.
Si es que tiene pareja, es necesario entender estas leyes y juntos observar las fases, sin indentificación y sin apego a ninguna de ellas.
La cualidad de la mujer es el ser dinámica y realizar auto-regeneración.
Ella no puede ser siempre la misma, la mujer que empieza a ser siempre la misma, se vuelve menos atractiva y menos femenina.
Y en todo este proceso es importante que la mujer sea espiritual para que todos estos cambios sean armónicos y ella sepa manejarlos sin crear sufrimientos innecesarios.
Y si es capaz de manejar sus cambios internos, puede volverse parte del universo fácilmente, como en una danza junto a las estrellas. Cuando la mujer tiene este estado, se hace muy atractiva y el hombre sentirá este poder femenino.
Pero si eso sucede, ella no debe sólo alegrarse y hacer crecer su Ego, sino que debe intentar ayudarlo, sacrificarse a si misma y junto a él usar esta energía para crear algo en conexión a la voluntad de Dios.